sábado, mayo 23, 2009

Queremos Todo

Las solteras de más de treinta lo queremos todo, será que nos educaron nuestras madres. Por ejemplo, mi mamá se casó con el primer pololo que tuvo, que fue el caso de muchas mujeres que nacieron en los años 40.

Resulta que no es el mío. Hoy chateábamos con una amiga y me decía que uno tiene muchos más requisitos que el que "no se gasten la herencia de los padres" como le argumentaba yo. En esta generación, mientras más educada es una (mi mamá es universitaria titulada y no técnica, pero igual de otra generación), más exigente se pone.

Es importante que no sólo sea un hombre aterrizado y con los pies bien puestos en la Tierra, sino además que lo puedas admirar, que tenga tu mismo nivel académico y social (es muy duro luchar contra el resentimiento y sentirse culpable de haber nacido en otra realidad), que te den ganas de descubrir su mundo cada día, que sea un compañero, que te despierte pasión y ternura al mismo tiempo, que tenga sentido del humor, que te despierte ternura y que te respete, que tengan planes en común, sistema de valores también en común e intereses similares compartidos y diversos para conocer cosas nuevas y que sea sensual en todo sentido (que sienta el mundo en el que está parado), que la novedad y la seguridad estén mezcladas en la relación. Casi todo esto ha sido aportado por mi amiga.

En resumen, no nos conformamos con cualquier cosa, con el único que nos pesca o con el primer pololo que tuvimos. Nuestros horizones son bastante más amplios. Uno aspira a más y con derecho, porque ahora somos más, estudiamos, trabajamos, nos mantenemos solas y decidimos si queremos tener hijos o no.

Ese es nuestro derecho y nuestro deber.

Todo lo anterior dicho por mi amiga, pero respaldado por mí.

lunes, mayo 18, 2009

Divididas

Es increíble como las casadas dejan de existir para las solteras. No es que se vayan de luna de miel al Triángulo de las Bermudas y se desvanezcan irremediablemente. Me refiero a que una vez que tus amigas se casan, ya no las ves con la misma frecuencia y cuando tienen hijos, olvídalo, con suerte te encuentras con ellas una vez al mes.

Y es que es tan absorbente formar una familia, que los amigos deben dejarse de lado, sobre todo cuando las guaguas son chicas. Todas cuentan que ya no durmieron hasta tarde nunca más, que no tienen ni un segundo libre, que se levantan en medio de la noche una y mil veces porque llora, etcétera. Porque aunque tengas empleada puertas adentro, ellas no trabajan hasta después de las ocho de la noche, ni para darte un vaso de agua. Pobres madres, las he visto con unas caras de cansancio que realmente dan pena y encima de todo tienen que ir a la oficina, porque el post natal dura apenas 3 meses. Realmente tener un hijo debe ser demasiado maravilloso como para soportar tal castigo.

En fin, así es la vida de la casada, totalmente distinta a la de la soltera. Yo tenía muchas buenas amigas en la Universidad, de las cuales todavía veo a una ¡Una!!! Y desde que tiene a su hijita la veo cada vez menos.

Me acuerdo cuando llamaba a otra amiga que no vivía en Santiago, así que no la podía ir a ver: nunca podía contestar el teléfono con tranquilidad, siempre se escuchaban llantos o tenía que salir corriendo detrás de alguno de sus hijos porque, para más remate, ella no trabajaba, sólo se dedicaba a cuidar a los niños y ahí sí que no había una fracción de segundo de tranquilidad, cero desconexión para la pobre. Con el tiempo hablábamos con menor frecuencia y se fue perdiendo la comunicación y con ella la complicidad. Ahora sólo nos llamamos para el cumpleaños, estamos en otra sintonía.

Es, como dice James Hetfield, "sad but true", o sea triste pero verdad ¿Cómo te vas a ir de fin de semana a la playa con tus amigas con una guagua de seis meses? Como se dice en buen chileno "le cagai la onda a todas, poh" ¿O a carretear el sábado en la noche, si has dormido 3 horas diarias interrumpidas en la semana?

Bueno, cada uno toma su camino en la vida, la gente cambia, madura, modifica sus intereses y costumbres. Y se va creando una barrera invisible entre las casadas y las solteras casi imposible de salvar.

domingo, mayo 17, 2009

La fragilidad del amor de pareja

El amor de pareja puede ser fragilísimo, el amor que uno se tiene a sí misma no debe serlo.

Yo me quiero, no importa lo que opine el otro de mí. Su opinión sólo está en su cabeza, no es objetiva.

Finalmente las mujeres sólo nos tenemos a nosotras mismas y a nuestras familias de origen, las parejas vienen y van...

viernes, mayo 15, 2009

Friends

Se ha escrito demasiado sobre la serie gringa de televisión Friends, sólo quiero mencionar un capítulo en que Rachel (la porrista popular y perfecta de la secundaria) se encuentra con sus compañeras de colegio, que estaban según ella misma lo dice "embarazadas, o comprometidas, o recién ascendidas" y ella no.

Es el momento en que se cuestiona qué es lo que tiene: un empleo de camarera en una cafetería. Y qué es lo que dejó: una linda vida de conformismo suburbano con un ortodoncista.

Phoebe le hace ver que ella es como Jack del cuento de las habichuelas mágicas: cambió su vaca por todo un mundo de posibilidades.

Rachel al final del capítulo ve su independencia, que lo mejor que pudo hacer fue dejar atrás su elaboradamente planificada vida con un hombre al que no quería y sostenerse por sus propios medios. Se da cuenta de que se la jugó y de que no importa lo que pase, todo estará bien.

Eso, cada uno saque sus conclusiones, mi intención no es decirle a la gente lo que tiene que pensar porque me parece de una petulancia que raya en la prepotencia.