domingo, enero 25, 2009

Opiniones de una Soltera de Espíritu

Hoy me junté con la Peta, la Sole y la Xime (amiga de la Sole). Hablamos de mil cosas distintas amenizadas por el alcohol generoso de las copas gigantes de tragos elaboradísimos y unas deliciosas fajitas. En este momento tengo demasiadas cosas en la cabeza como para organizarlas, así que las voy a tirar sin ordenar, así no más, es increíble cómo una persona se puede alimentar de los puntos de vista y experiencias de los demás.

De los temas que tocamos puedo decir lo siguiente:

- Las relaciones con personas que conoces por Internet: Cada uno tiene derecho a hacer lo que se le pegue su regalada gana con su vida siempre que respete los derechos de los demás, es decir, si quieres conocer a alguien por Internet y después verlo en persona estás en tu derecho y siempre es mejor correr el riesgo de pegarse el costalazo a quedarte en tu casa sin hacer nada. Pero en mi caso muy particular, aparte de que me basta con las citas a ciegas que me organizan mis amigos casados, me da terror juntarme con una persona que puede estar mintiéndome todo el rato y ser un psicópata sediento de sangre. Jamás me juntaría con alguien a quien no conozco por referencias o he visto aunque sea un par de veces antes de chatear constantemente y rever en la vida real ¿Dejo que el pánico me congele? Puede ser, pero conozco muy bien mis límites y ése es definitivamente uno de los inamovibles.

- No se atrevían a decírtelo: Me ha pasado cuando he contado que ya no ando con una persona que todos me dicen "¡Ay, qué bueno que terminaron! Él no era para ti, pero no me atrevía a decírtelo" o "Nunca entendí esa relación, ¿por qué estabas con él?", o más drástico "Ya, pero no vuelvas con él nunca más ¿OK?". Agradezco la delicadeza de todos de dejarme andar a mis aires y con quien yo quiera. Puede ser que ni yo misma supiera por qué andaba con Fulanito o Zutanito, pero por alguna razón en ese momento lo pasaba bien y si no pedía la opinión de los demás era porque realmente no sentía que la necesitara. El silencio es altamente apreciado, me encanta cuando la gente atina y no abre la boca para que no le entren moscas.

- La vida es como te la tomas: si piensas que todos te atacan entonces efectivamente te atacan (aunque no haya sido la intención, pero el simple hecho de que tu percepción apunte hacia allá hace que los demás se defiendan como si así fuera y al final es igual que si efectivamente te atacaran, todo se va a la mierda y se pierde la comunicación). No creo que en los bares los mozos sólo pesquen a los grupos que tienen un hombre entre sus concurrentes, cada cabeza es un mundo y la discriminación de género depende de cada garzón. Si tienes humor y te ríes hasta de ti mismo, entonces nunca vas a sufrir el dolor porque lo vas a aliviar con el bálsamo de la ironía y el buen sarcasmo. Tómate la vida con liviandad, tomarse la vida en serio puede traer efectos colaterales como depresión, autocompasión, baja autoestima o amargura, que son absolutamente nefastas y deben evitarse a toda costa.

- No hay que tomar trago cuando uno se siente mal de la guata, es posible empeorar seriamente e irse a la cresta en un minuto. Agüita mineral máximo y no tragar nada sólido.

Esas son mis opiniones, que nadie me pidió y que dudo que a alguien les importe, pero que me hace muy bien escribir en este blog porque cuando las vuelvo a leer me recuerdan cosas importantes a veces...

Ah, no me hagan caso, todavía estoy bajo los efectos del enorme Ruso Blanco que ingerí.

miércoles, enero 21, 2009

El Gringo

Bueno, empecé el año pololeando con el gringo, lo que ha traído consigo cambios sustanciales en mi día a día.

Me he dado cuenta de que un extraño fenómeno invade mi vida: su presencia se hace notar en aspectos tan importantes como planificación de las vacaciones, los viajes, los jueves y los sábado, hasta leseras como la elección de mis zapatos a la hora de comprarlos (la que se ve influenciada por su altura y mi pequeñez, i.e. ya no compro tacos bajos ni nada que me haga ver enana a su lado, no después de la talla del Morro de Arica).



Me da terror mimetizarme y enfrascarme en una relación en la que las parejas llegan a ser como hermanos mellizos.

Hay ciertas cosas en las que NO puedo transar:

- no creo en Dios ni nada que se le parezca, puedo asistir a misas, matrimonios, servicios fúnebres y bautizos católicos o judíos o de cualquir otra religión con respeto y recogimiento, pero para mí siempre serán palabras vacías, no podría convertirme a ninguna religión por amor, absolutamente descartado,

- me carga el fútbol y jamás podría pasar todos los fines de semana pegada a la TV viendo partidos eternos (me permito sí ver jugar a la selección chilena con amigos y cerveza),

- me encanta el cinearte y necesito ver películas llamadas independientes de vez en cuando, pero no me molesta ver Hollywood cada cierto tiempo y compartirlo con mi amado, pero por favor no me pidan ver "Rambo Mil" o films que exalten la violencia gratuita que no sean de Tarantino o algún otro maestro del séptimo arte, no va conmigo,

- no concibo la vida sin viajar, si alguien no me quiere acompañar en eso, mala cueva dijo el conejo y se escondió en otro hoyo, encontraré a alguien que me siga en esa (una amiga o familiar, puede ser), no por eso voy a cortar una relación,

- no me parece deseable que traten de cambiar mi forma de ser sólo por gusto de la otra persona, si existen razones fundamentadas para realizar modificaciones conductuales en mí no tengo problemas en llevarlas a cabo, como por ejemplo si algo que yo haga afecte negativamente a los demás o a mí misma.

Por mi parte soy muy tolerante, no me interesa cambiar a las personas en su esencia, si no hablan francés, les cargan las "películas pasadas a caca" o no pueden soportar horas en un avión o bus, es completamente comprensible y no voy a entrar en juegos manipulatorios que me parecen moralmente cuestionables para que se conviertan en mis clones. Cada uno se buscará sus compañeros respectivos para las actividades que no sean compartidas y punto.

Con o sin pololo, sigo siendo yo... y quien crea lo contrario está profundamente equivocado ¿o no?

Generalmente me imbuyo en los intereses del otro y eso es lo que permite que rescate cosas y me enriquezca con mis relaciones pasadas, lo que no quiere decir por ejemplo que al escuchar Metallica con el Gringo me convierta en la fan número uno de ese grupo y si rompiéramos esa música me parecería basura.

Pero me parece enriquecedor (valga la redundancia) para ambos compartir visiones de mundo opuestas, tanto como el intercambio de puntos de vista de las cosas en común que se tengan.