Una vez salí con un desconocido que era tan gentil que compró entradas para el cine sin consultarme, supongo que para no molestarme. Demasiado acomedido.
Resultado: terminé viendo "El Chacotero Sentimental" dos veces en dos semanas.
No se malentienda, es bueno que a una la atiendan y se preocupen por una. El detalle está en que pidan por ti en el restaurant o en el bar, decidan cuál es el mejor lugar para salir contigo o te regalen un perfume sin siquiera saber qué tipo te gusta y cuál no.
¡Horrorrrrrrrr!!!
Ejemplar peligroso, mi consejo: desaparecer rápidamente. Si no hay respeto, no hay relación posible.
This blog is not written by a spinster, but by a proud single to all the single girls (but not fanatic ones) who enjoy their 30s alone in spite of what grandmothers think. Este blog no es de una solterona amargada, sino para todas las solteras... ¡pero no fanáticas!!! que disfrutan la etapa de la soltería en sus 30, a pesar de lo que creen las abuelas.
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domingo, abril 12, 2009
jueves, abril 09, 2009
El pastel tipo Casanova
Giacomo Casanova fue un escritor veneciano tan "suelto de cascos" que su nombre ha llegado a ser sinónimo de seductor en nuestra época. Los pasteles tipo Casanova se creen irresistibles y van como el picaflor de flor en flor sin conseguir una relación de más de un par de meses. Coquetean con todas a toda hora y a cada rato, y el hecho de que su potencial pareja esté a su lado con ojos de plato del asombro no es impedimento.
Estos "machos de pelo en pecho" salen sólo con mujeres bonitas o con algún aspecto destacable según ellos, con el fin maquiavélico de exhibirlas ante el mundo y pavonearse de su éxito femenino. Si sales con un chico que le dice hasta al cuidador de autos "mira, ella es mía y qué linda/inteligente/elegante/alternativa/millonaria/mejor-que-yo es" es hora de repensar las cosas.
Generalmente su agenda telefónica, lista de contactos de mensajería electrónica o ambos está repleta de nombres femeninos, tienen millones de amigas y obviamente prefieren su compañía a la de los humanos de su mismo género, a quienes consideran infinitamente aburridos.
Su modus operandi puede ser atenderlas por turnos o de a una por época. En el primer caso esta situación es más fácil de detectar porque el sujeto en cuestión nunca está disponible, contesta el teléfono como en clave repentinamente y es común que trabaje en turnos o a horas desusadas.
Por otra parte, la tecnología ha permitido que los casanovas modernos pasen inadvertidos para su mujer de turno porque, a menos que una sea de la BRIDEC o medio psicópata paranoica, no se va a estar metiendo a investigar qué le dice a cada amiga en cada sitio en que él tiene cuenta ¿o sí?
Lo que una soltera "en busca de" sí puede hacer es huir ante el primer signo de los síntomas descritos anteriormente, porque este pastel, a diferencia de Peter Pan, no tiene remedio. Imagínense, si se aburre rapidito estando soltero ¿cómo no va a querer mirar para el lado después del matrimonio?
Estos "machos de pelo en pecho" salen sólo con mujeres bonitas o con algún aspecto destacable según ellos, con el fin maquiavélico de exhibirlas ante el mundo y pavonearse de su éxito femenino. Si sales con un chico que le dice hasta al cuidador de autos "mira, ella es mía y qué linda/inteligente/elegante/alternativa/millonaria/mejor-que-yo es" es hora de repensar las cosas.
Generalmente su agenda telefónica, lista de contactos de mensajería electrónica o ambos está repleta de nombres femeninos, tienen millones de amigas y obviamente prefieren su compañía a la de los humanos de su mismo género, a quienes consideran infinitamente aburridos.
Su modus operandi puede ser atenderlas por turnos o de a una por época. En el primer caso esta situación es más fácil de detectar porque el sujeto en cuestión nunca está disponible, contesta el teléfono como en clave repentinamente y es común que trabaje en turnos o a horas desusadas.
Por otra parte, la tecnología ha permitido que los casanovas modernos pasen inadvertidos para su mujer de turno porque, a menos que una sea de la BRIDEC o medio psicópata paranoica, no se va a estar metiendo a investigar qué le dice a cada amiga en cada sitio en que él tiene cuenta ¿o sí?
Lo que una soltera "en busca de" sí puede hacer es huir ante el primer signo de los síntomas descritos anteriormente, porque este pastel, a diferencia de Peter Pan, no tiene remedio. Imagínense, si se aburre rapidito estando soltero ¿cómo no va a querer mirar para el lado después del matrimonio?
martes, abril 07, 2009
El pastel tipo Peter Pan
La Consuelo Aldunate publicó una vez un artículo acerca de los solteros tóxicos que me pareció hilarante. Bueno, yo he decidido hacer mi propia versión complementaria en una serie de posts para vuestra entretención.
Uno de los pasteles que Consuelo Aldunate olvidó mencionar es el de tipo "Peter Pan".
No, no va por la vida vestido como el clásico personaje de la literatura infantil - lo cual es una verdadera lástima porque hace mucho más difícil identificarlo - sino que como Peter Pan, sigue siendo un niño por la eternidad.
Vamos por partes, el término fue acuñado por el Dr. Dan Kiley que en 1983 escribió el libro titulado "The Peter Pan Syndrome: Men Who Have Never Grown Up" que describe con lujo de detalles esta tendencia cada vez más común en nuestros días. El síndrome de Peter Pan puede darse en ambos sexos pero, para desesperación de las solteras "en busca de", es más frecuente entre los hombres.
El galán en cuestión es incapaz de crecer. Ejemplos terroríficos de ellos son los hijos que nunca se van de la casa de sus padres, los que ya pasaron los cuarenta y tantos y siguen con una vida social típica de un adolescente y tienen amistades y grupos de salida mucho más jóvenes que ellos (10 ó 20 años inclusive).
Este eterno adolescente vive encerrado en el niño que todo adulto lleva dentro y está centrado sólo en satisfacer sus propias demandas y necesidades, así que ni ilusiones de que deje de mirarse el ombligo per secula seculorum. Ellos pueden encontrar linda a una mujer, adorarla y prometerle la Luna, pero son terriblemente egoístas y no pueden dejar de depender psicológicamente de sus padres, o en su reemplazo de su mujer.
¡Qué susto! Como para correr a toda velocidad ¿o no?
Y eso no es todo, sabed vuestras mercedes, que también existe el Síndrome de Wendy. Éste ataca a las mujeres (madres o parejas) que son quienes justifican las "niñerías" de estos adultos incapaces de crecer y soportan, e incluso alientan de manera involuntaria, la actitud infantil y enfermiza del Peter Pan de turno.
Si usted tiene alma de niñera, este ejemplar le viene al pelo.
Uno de los pasteles que Consuelo Aldunate olvidó mencionar es el de tipo "Peter Pan".
No, no va por la vida vestido como el clásico personaje de la literatura infantil - lo cual es una verdadera lástima porque hace mucho más difícil identificarlo - sino que como Peter Pan, sigue siendo un niño por la eternidad.
Vamos por partes, el término fue acuñado por el Dr. Dan Kiley que en 1983 escribió el libro titulado "The Peter Pan Syndrome: Men Who Have Never Grown Up" que describe con lujo de detalles esta tendencia cada vez más común en nuestros días. El síndrome de Peter Pan puede darse en ambos sexos pero, para desesperación de las solteras "en busca de", es más frecuente entre los hombres.
El galán en cuestión es incapaz de crecer. Ejemplos terroríficos de ellos son los hijos que nunca se van de la casa de sus padres, los que ya pasaron los cuarenta y tantos y siguen con una vida social típica de un adolescente y tienen amistades y grupos de salida mucho más jóvenes que ellos (10 ó 20 años inclusive).
Este eterno adolescente vive encerrado en el niño que todo adulto lleva dentro y está centrado sólo en satisfacer sus propias demandas y necesidades, así que ni ilusiones de que deje de mirarse el ombligo per secula seculorum. Ellos pueden encontrar linda a una mujer, adorarla y prometerle la Luna, pero son terriblemente egoístas y no pueden dejar de depender psicológicamente de sus padres, o en su reemplazo de su mujer.
¡Qué susto! Como para correr a toda velocidad ¿o no?
Y eso no es todo, sabed vuestras mercedes, que también existe el Síndrome de Wendy. Éste ataca a las mujeres (madres o parejas) que son quienes justifican las "niñerías" de estos adultos incapaces de crecer y soportan, e incluso alientan de manera involuntaria, la actitud infantil y enfermiza del Peter Pan de turno.
Si usted tiene alma de niñera, este ejemplar le viene al pelo.
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