Estamos cada vez más cerca de irnos a vivir juntos, casarnos, tener hijos y formar una familia.
Hoy dimos otro paso importante en la búsqueda y obtención de vivienda ¡Qué nervio! Ojalá resulte todo bien, si algo me enseñaron las experiencias pasadas es que "en la puerta del horno se quema el pan" y aunque uno crea que tiene asegurado un lugar, algo pasa con la oferta o con el vendedor y lo pierdes de un minuto a otro. Una lata.
Gringo es enfermo de tranquilo y equilibrado, se toma las cosas con calma; yo me vuelvo loca: no duermo, me obsesiono y me paso mil películas en colores y 3D (aprovechando que está tan de moda, digo yo), un verdadero atado de nervios y entusiasmo.
Y es que me gusta mucho el departamento que escogimos, me imagino que es nuestra casa y todas las cosas lindas y entretenidas que vamos a hacer ahí, a los niños corriendo y jugando, en resumen, elucubro elaboradas imágenes de nuestra futura y potencial vida familiar.
Es choro, total, soñar no cuesta nada, sólo el porrazo si no resulta, pero en ese caso uno se levanta, se sacude el polvo y sigue.
Nos leemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario