No entiendo por qué todavía hay mujeres que se validan a través de su pareja. Están "buscando", siempre expectantes... ¡plop! ¿Acaso no saben que el tamaño de las desilusiones es directamente proporcional al de las expectativas?
No, no estoy diciendo que deban perder la esperanza de conseguir lo que quieren, sino reflexionar acerca de si realmente eso es lo que quieren.
Es fácil, sólo hay que sacudirse décadas de educación para ser las señoras de la casa y madres ¿A quién no la hicieron jugar con muñecas, enseñaron la ternura o contaron el cuento de Cenicienta?
¡Con esa carga emocional hay que hacer un esfuerzo apoteósico para pensar con racionalidad!
Y, por otra parte, está la presión de los progenitores.
En general los padres desean que sus hijos lleven una vida tranquila y segura, como la que ellos intentaron darles cuando eran niños y sueñan con que sus retoños adquieran estabilidad (lo que creen, conseguirán casándose y procreando).
Todo eso es perfectamente válido, pero olvidan que la vida de la segunda generación no es su vida, ellos ya hicieron su elección, vivieron su momento, tomaron sus decisiones buenas o malas. Creo que al traspasar esas ansiedades a sus retoños no están respetando el derecho que los hijos adultos tienen a decidir cómo quieren estructurar sus vidas.
Titánica tarea es la de centrarse un poco más en uno misma y decir "¡Basta! El amor de pareja, la familia, el matrimonio y los hijos es el tema central de las teleseries, no de mi vida!"
Todos vinimos solos al mundo y podemos vivir solos en él, "uno aprende a rascarse con sus propias uñas", como dice el refrán.
Por supuesto la compañía es agradable, pero tiene sus pros y sus contras (ver entradas de ventajas y desventajas de la soltería). Lo único que puedo decir es que ¿para qué buscar lo que el azar nos tiene que traer?
1 comentario:
"¿para qué buscar lo que el azar nos tiene que traer?"
Así se habla. Me siento muy orgulloso de que mi hermana grande tenga esta visión de mundo. Me alegra mucho, porque suelo estar de acuerdísimo contigo. Hoy no es la excepción. Obvio, cuando uno está enamorado hasta las patas, bloquea esta forma de ver el mundo, pero sirve tenerla a mano cuando a uno lo desilusionan, así uno se acuerda que está curado de espanto jaja.
beso lindura :D
el ignacio
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