Una de las cosas que más me gusta de la soltería es la posibilidad de viajar donde quiera y cuando se me pegue mi regalada gana.
No sé por qué me gusta tanto viajar, pero creo que es el único momento de mi vida en que me siento realmente viva y me parece que todo ha valido la pena.
Recorrer, conocer, conversar con personas de otras partes, en otros idiomas, con otros acentos, conocer sus penurias, ser partícipe de sus alegrías (como cuando estaba en Sudáfrica y anunciaron que ese sería la próxima sede del mundial de fútbol).
No importa si es sola, con amigas, amigos, familiares... Da lo mismo, siempre lo paso increíble.
Me pican los pies por trotar el mundo entero ¿y a ti?
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