viernes, septiembre 17, 2010

Miope

Este se ha convertido en el blog del insomnio. Desperté a las tres y con los preparativos del viaje, no pude volver a dormir. Ah, sí, me voy a Las Cruces con mi príncipe dorado por los días de festejo de la independencia de Chile.

El primer "viaje" que hicimos fue a Las Cruces, llevábamos menos de 2 meses de conocernos y se nos ocurrió que para conocernos más, lo mejor era pasar el fin de semana juntos. Fue maravilloso. Realmente ese hombre es lo mejor que nunca me ha pasado en la vida. Sinceramente me pregunto cómo él, que podría haber escogido a cualquier mujer, se vino a fijar en mí. Es tan inverosímil que después de 2 años, aún me cuesta creerlo.

Enfrentémoslo: soy chica, gorda, vieja, cachetona y narigona, o sea, físicamente, nada. No tengo disciplina ni perseverancia, soy tentada, enojona, impulsiva, mediocre y estoy llena de pequeñas obsesiones y compulsiones, es decir que por carácter, tampoco va la cosa. ¿Qué me vio? Lo que sea, se le va a pasar luego, esto no puede durar. Como dice el dicho: "Es demasiado bueno para ser verdad".

O, por otra parte, "la suerte de la fea, la bonita la desea", simplemente tengo una suerte increíble y la buena fortuna me sonríe. Un hombre que normalmente estaría muy fuera de mi alcance sencillamente se prendó de mí por mi buena estrella y eso es todo.

La idea que él tiene de mí claramente discrepa con la idea que yo tengo de mí misma, yo encuentro que soy un desastre, mi autoestima es bajísima (y eso que ha mejorado con los años) y no tengo fuerza para cambiar lo que no me gusta de mí. Él, por otra parte, me considera una persona buena y, en cierta forma, tiene razón, trato de hacer lo mejor por los que quiero, pero tampoco soy la Madra Teresa de Calcuta, es decir, no es una cualidad en la que destaque particularmente de entre el resto de la Humanidad.

Así es el amor, si no ciego, por lo menos miope.

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