Esto, más que aplicarse a las mujeres solteras, es para las mujeres en general.
Nosotras sabemos que no es cosa fácil.
Todo comienza con el clásico "¿y qué me pongo?", seguido de un intenso buceo por el closet propio y, si no se encuentra nada ahí, por el de las amigas, hermanas, colegas, parientes y -por último- se remata en interminables caminatas por las tiendas, largas sesiones de probadores, "si lo subo de aquí y lo ajusto de allá...", las cuentas para ver si alcanza la plata (por alguna maldita razón a uno siempre le gusta el que está al borde del abismo del presupuesto) y un largo etcétera por el estilo.
Una vez que ya se cuenta con la ropa y accesorios (lista eternísima: chaqueta o abrigo, zapatos, medias, cartera, joyas, etc.) llega la hora de ir a peinarse a la peluquería o -para las que andan en vacas flacas- en casa.
Hombres todos, créanme que esta preparación incluye horas de peinado y maquillado, sin contar la depilación -desde las cejas hacia abajo-, sin siquiera mencionar manicure y pedicure.
E incluso a veces puede tomar un día completo (sólo lo mencionado en el párrafo anterior. Sobre todo si a eso hay que agregar los pequeños inconvenientes derivados como por ejemplo mandar a limpiar la ropa a la tintorería e ir a buscarla, comprar el regalo de matrimonio, lavar el auto si se va a manejar y así.
Uno quiere que todo sea perfecto. Eso nos enseñaron desde niñas, las mujeres deben demostrar todo el tiempo su superioridad o al menos igualdad ante los hombres, por lo tanto no pueden fallar un ápice, porque inmediatamente se atribuye cualquier falencia al hecho de "ser mujer" (Véanse frases del tipo: "Mujer al volante, peligro constante" y "pelo largo, ideas cortas").
Me dio una mezcla insana de rabia y envidia cuando el gringo me dijo que él se demoraba 15 minutos en arreglarse para ir a un matrimonio: se baña, se afeita, se pone casi la misma ropa que para ir a trabajar y listo.
¡Está listo!!! Cómo me piden que crea que exista un dios si esto el colmo de la injusticia: uno tiene que oler a rosas después de todo un día de correr, luchar y sufrir contra los vendedores, peluqueros, mani y pedicuristas, depiladores y tintoreros, mientras ellos ¡están listos en 15 minutos!!!
Mañana me espera un laaaaaaargo día...
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