Porque ya es tiempo

No hay nada que encuentre más equivocado que urgirse por hacer algo "porque ya es tiempo". Es como reafirmar el concepto de las abuelas de que si no te has casado a los 29 años es porque "se te pasó el tren".

Uno puede decir "ay, pero qué estúpido" pero créanme que he visto por ejemplo frases en el sitio web de una mujer de 28 años que dice "este es el año en que no me caso" con una fotografía de una fémina estallando en lágrimas como si eso fuera peor que una enfermedad terminal, o también frases al estilo de "fui a un matrimonio y la novia era menor que yo" y linduras por el estilo que dejan a las mujeres como seres de cabellos largos e ideas cortas que juegan con Barbies toda la vida y no son capaces de definirse a sí mismas fuera del contexto de un hombre (SU hombre).

La gente en general puede llegar a hacer cosas realmente estúpidas para cumplir con los calendarios de lo aceptable por la sociedad y el matrimonio definitivamente entra en ello junto con las mujeres involucradas.

Como por ejemplo, casarse a los 29 años con el personaje de turno porque en realidad "no les alcanzó para más el presupuesto", después de haber andado como ninfómanas a la cacería de algo mejorcito por cielo, mar y tierra, sin éxito por supuesto y requetejurándose que lo que sienten es puro amor.

Después de todo, es fácil convencerse de que lo que tienes es lo que quieres, evitando la frustración de la realidad inversa.

Yo diría que la gente que más pregona su felicidad a los cuatro vientos y que se repite "no me importa, en serio", frente a la evidencia de los graves defectos incompatibles con la convivencia adulta que presenta su pareja, es la que tiene una mayor necesidad de autoconvencimiento respecto a que todo está bien, porque ello les evita el falso dolor de llegar a ser "solteronas" (qué concepto tan absurdo).

Para despertar y pasar airosas la barrera psicológica de los 30 años se necesitan una valentía, un corazón y un amor propio que no todas tienen, pero que son indispensables para no meter la pata hasta el codo.

Moraleja: Yo hago lo que yo quiero cuando se me pega mi regalada gana y porque realmente siento que es lo mejor, no porque "ya es tiempo".