Ayer nos llegó el combo de dormitorio. La linda tía Carolita se fue raudamente a recibirlo todo: veladores, cama, respaldo, sábanas, plumón y almohadas.
Ella inspeccionó todo con lupa y rechazó uno de los veladores, que nos debieran cambiar el próximo lunes, porque tenía un pequeño piquete en la esquina superior derecha frontal (se nota bastante).
Más tarde llegué con dos bolsas grandes de chucherías que compré en el Super 350 (donde TODO vale $350, una verdadera ganga). Había ganchitos en la cocina y colgué mi delantal y los tomaollas, pero el paño de cocina que había comprado en el Líder lo puse en el aparato para colgar la Toalla Nova, mientras tanto, para que quede más cerca del lavaplatos. El resto de las cosas las fui distribuyendo en los muebles de cocina y de los útiles de aseo.
También llevé todo lo necesario para el desayuno del día 1° de enero: tres cajitas de jugo de naranja Watts (una se la tomó el gringo chico XD), un tarro de Nescafé, una bolsa de azúcar Líder, una de leche en polvo Líder también, dos brownies Ideal, 1 paquete de 10 bolsitas de té descafeinado Dilmah y endulzante líquido que me había quedado de los comestibles que tenía en la oficina anterior. Los gastos en esta etapa son tantos que hay que cuidar el presupuesto con uñas y dientes.
Cuando el gringo llegó y vio todo eso me dijo que faltaban los huevos y el pan, pero como no tenemos refrigerador, todavía, ni esperanzas de comer algo más sofisticado. A pesar de estar muy cansado, se veía contento y me dijo que encontraba que "esto está empezando a parecer una casa", o sea, nuestro hogar.
Yo estaba haciendo la cama, cuando la tía Ana Carolina me dice que en realidad las sábanas nuevas vienen con una goma que hace que estén tiesas y provoquen alergia. Y se ofreció a lavarlas, plancharlas y tenerlas listas para mañana, porque nuestra idea es pasar el primer día del año y nuestro segundo aniversario durmiendo ahí.
Por eso pusimos un forro de cortina de baño en el baño principal para poder bañarnos sin inundar el baño y pegamos diarios en el ventanal para no despertar con el sol en la cara, solución de parche mientras no tengamos rieles para poner las cortinas. La tía Carolita nos compró unas blackout celestes muy bonitas. El tema es instalarlas.
En realidad hay muchísimo por hacer todavía y es tan rico armar la casita nueva.
Al irnos, caminamos y vimos que tenemos un lugar con Sencillito y carga de tarjeta Bip a menos de una cuadra. Vamos a poder pagar las cuentas cómodamente. También están a tiro de piedra una farmacia Cruz Verde, una panadería El Castaño, mil y un restaurantes y pubs, una fábrica de empanadas, un negocio de enmarcaciones y otro de regalos. Me encanta tener todo cerca, es de una comodidad increíble y muy práctico cuando una está apurada.
Año Nuevo, comuna nueva, barrio nuevo, casa nueva: vida nueva.
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